Descripción
Óleo sobre lienzo, 102 x 76 cm.
La mujer pájaro permanece sumida en un sueño, aferrada fuertemente a ese toro rojo que representa los pensamientos limitantes, las mismas percepciones de siempre y la comodidad que ofrece su zona de confort. Es por eso que ella permanece inmóvil, estática, muy cerrada al cambio. Por otra parte, el gallo representa la comunicación y estar atento a un nuevo día, abierto a nuevas experiencias y posibilidades. Él desea que la mujer pájaro despierte y abra sus alas en busca de elevar su conciencia y conocer su verdadero Ser. En el cielo hay mucho movimiento, nubes agitadas, flores llevadas por el viento. Es un revuelo de energía que anima a un cambio, son nubes que representan la búsqueda de la espiritualidad. También hay un arcoíris que se asemeja a un puente, es un paso de la muerte a la vida, de la inconciencia a la conciencia. También hay muchas flores adornando el entorno, sin embargo hay una muy especial, es la que tiene el gallo y ella posee la iluminación para ver el mundo desde otra percepción.
